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Ante crisis migratoria y humanitaria de EE.UU.
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Nos sumamos a la Declaración Pública promovida por Fundación Colunga.
Las organizaciones y personas aquí firmantes expresamos nuestro más profundo dolor y rechazo ante la medida que separa a niños y niñas de sus padres por razones migratorias en Estados Unidos. Y hacemos un llamado las autoridades de este país a firmar la Convención de los Derechos del Niño y la Niña y a todos nuestros países a revisar y hacer cambios en sus políticas migratorias para garantizar que respeten los Derechos Humanos de las niñas y los niños. A su vez, invitamos a todas las personas y naciones de nuestro continente a asumir una responsabilidad compartida de hacer frente a los problemas sociales de nuestra región como única forma de encontrar soluciones a largo plazo a los problemas migratorios.
Desde principios de mayo del 2018, con la implementación de la política de Tolerancia Cero contra la inmigración, el gobierno de Estados Unidos ha separado 2,342 niños de sus familias en la frontera con México. Esta política lleva a que se trate como criminales a personas indocumentadas que entran al país de manera no regular, lo que lleva a medidas tales como la separación de hijos de sus padres.
Este momento de sufrimiento nos recuerda que Estados Unidos es el único país que no ha ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño y la Niña, acuerdo que explícitamente protege a los niños de estar separados de sus padres. Asimismo, llega en un momento en el cual Estados Unidos anunció que se está retirando voluntariamente del Consejo de Derechos Humanos.
El artículo 9 de la Convención de los Derechos del Niño y la Niña señala que: “ Los Estados Partes velarán porque el niño no sea separado de sus padres contra la voluntad de éstos, excepto cuando, a reserva de revisión judicial, las autoridades competentes determinen, de conformidad con la ley y los procedimientos aplicables, que tal separación es necesaria en el interés superior del niño”.
Sin embargo, no debemos focalizarnos sólo en los problemas de la política migratoria norteamericana, sino que también debemos mirar las raíces de este problema: Las personas que migran hacia EE.UU. lo hacen, principalmente, escapando del hambre, la pobreza y de la violencia que hay en sus respectivos países, y que son generadas por los altos niveles de desigualdad que hay dentro y entre nuestros países americanos. Es por esto que afirmamos que el problema debemos abordarlo desde una perspectiva más amplia que sólo desde la migración: Es un problema de desigualdad dentro y entre los países. Para avanzar en cambiar esta realidad son todas las personas e instituciones -del mundo público, privado y de la sociedad civil- las que pueden hacer la diferencia. Y, como lo plantea la Agenda de Desarrollo Sostenible, sólo a través de alianzas globales podremos solucionar los problemas globales.
Como organizaciones que trabajamos en materia social, afirmamos que esta separación es una violación indefendible de los derechos civiles de los niños y las niñas: Un niño o niña es, antes que migrante, una persona y, como tal, en primer lugar se deben respetar sus derechos. Es por eso que hacemos los siguientes llamados a la acción:
Pedimos al Gobierno de Estados Unidos que impida la separación de niños y niñas migrantes de sus padres. Asimismo, invitamos a las autoridades de este país ratificar su adhesión a la Convención Internacional de los Derechos del Niño y la Niña, para así resguardar la infancia sana y digna de nuestro continente y planeta.
Pedimos a los gobiernos de los países americanos, a la Organización de Estados Americanos (OEA), a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y a otros organismos de representación continental a que se pronuncien en contra de esta política migratoria. Y, a su vez, que se comprometan a iniciar un proceso de reflexión y diseño de políticas que nos permitan avanzar en estrategias efectivas de superación de pobreza, protección de derechos, cooperación continental y disminución de desigualdades dentro y entre nuestros países.
Pedimos a todas las personas que habitan nuestro continente a que se pronuncien en contra de esta política migratoria a través de las redes sociales (#LasFamiliasDebenPermanecerUnidas y #FamiliesBelongTogether), exigiendo que se respeten los derechos de las niñas y los niños. A su vez, les hacemos la invitación a comprender que la única forma de solucionar los problemas de pobreza y exclusión de nuestros propios países es desde una perspectiva local y global.
Hoy, como ciudadanos del continente Americano, tenemos la responsabilidad inalienable y, a su vez, la capacidad de cambiar la realidad. Sólo con nuestra acción colectiva podremos lograrlo.
ACCIÓN, Asociación Chilena de ONGs | Fundación Mapocho |
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