Caracas, 13 de mayo 2.015

Nos reunimos hoy, frente al Santísimo, para dar gracias por la inspiración del Espíritu Santo a nuestro querido, Padre Miguel González, de fundar la Asociación Damas Salesianas justamente hoy hace 47 años.

Su presencia, orientación, acompañamiento y animación en el transcurso de estos 47 años y, en especial, su cercanía a nuestras actividades en sus últimos años de vida, fueron una bendición de Dios.

Él nos trazó el camino a seguir al crear nuestro Ideario, fuente de espiritualidad, con el fin de perpetuar nuestra obra, su obra, en el tiempo. Logró que Jesús permaneciera en el corazón de cada Dama Salesiana y hasta el final de su vida, nos pidió trabajar siempre unidas con una entrega de amor, viviendo y transmitiendo el Evangelio a través de la promoción humana y nuestros servicios de salud y educación a los sectores menos favorecidos, extendiendo hoy en día nuestra presencia a 23 país del mundo.

Es de todos conocido que a nivel mundial vivimos situaciones extremadamente difíciles en lo social, espiritual, económico, político, además de las impredecibles fuerzas que actúan en la naturaleza y que afectan nuestro planeta tierra produciendo destrucción y padecimiento humano.

El Papa Francisco nos dice en la Bula “Misericordiae Vultus”, al anunciar este Año Santo, que la iglesia debe ser “un oasis de misericordia”. La Dama Salesiana acogerá en su corazón este don de la misericordia de Dios, lo sentirá, lo hará suyo y transmitirá a través de la fuerza del amor, al otro, en cada instante de su vida, renovando y fortaleciendo su compromiso de trabajar por los jóvenes y los más pobres, como lo hizo Don Bosco, con la fe puesta en Nuestro Señor quien estará con nosotros hasta el fin de los días.

El próximo 15 de agosto estaremos celebrando junto a la Familia Salesiana en Torino, Italia, así como en muchas partes del mundo, el Bicentenario de Don Bosco siguiendo su proyecto y unidas las 30 ramas de nuestra familia, continuaremos descubriendo la belleza de vivir, crecer y trabajar juntos en la diversidad de nuestros carismas individuales.

Gracias, Señor, por todas las Damas Salesianas que han dedicado su vida a nuestra Asociación, iluminando con su ejemplo el camino a seguir. Recordamos especialmente en esta celebración de aniversario a nuestra querida Dama Salesiana, Mélida de Villasmil, quien entregó 30 años de su vida a la ADS, trabajando ininterrumpida e incansablemente en el área de salud en Venezuela, dejando una huella profunda de amor y dedicación en la Asociación que tanto quiso y, como lo prometió Don Bosco, hoy es feliz en el cielo.

Nuestra madre María Auxiliadora, Primera Dama Salesiana, en la celebración del bicentenario de la determinación de la fecha del 24 de mayo, por decreto del Papa Pío VII, como día de fiesta en su honor, nos lleve de la mano fortaleciendo nuestra fe con el fin de cumplir la misión que Dios ha soñado para nuestra ADS en el mundo. Amén